lunes, 10 de agosto de 2009

Epílogo

Sentado en el borde del tejado espera, sabe que el intruso está ahí y que no tardará en aparecer.Y no se equivoca. Desde lo alto de una valla publicitaria un cuerpo cae, aterrizando sobre manos y pies, se alza calmado, imponente. -¿Quién si no tu iba a ser, Payne? Kroenen ladea la cabeza. Entre los mechones de su pelo puede ver a una figura ataviada de negro, un hombre idéntico a él. Idéntico, pero sin alas...

Payne, con la mirada clavada en la suya sonríe entre desafiante y complacido, las gotas de lluvia se evaporan susurrantes al tocar su cuerpo.

-Kroenen... Sabes por que estoy aquí, hagámoslo rápido.
-Lo se, y tardaremos el tiempo que emplees en cambiar de idea y marcharte.
-No... Vas a ser reemplazado. Has dejado de ser útil.
-¿Dejar de ser útil? Es irónico que tú digas eso, cuando hace poco que existes, que dejaste de ser una vocecita molesta para crecer y convertirte en lo que ahora eres. Reemplazarme... ¿Y quien me sustituirá? ¿Tú? ¿Tú que eres pasional?¿Tú que no puedes siquiera controlar tus emociones?
-Sí, yo. Y no te engañes, tú no controlas tus emociones, solo las ignoras e inhibes. Somos dos, y no debería ser así, no debería haber dos mentes en un solo cuerpo. Solo uno debería existir, nuestro conflicto interno nos vuelve vulnerables.
-Cierto, solo yo debería tener el control. Yo que soy el que posee una capacidad de evaluación racional y objetiva. Yo que soy reflexivo. Yo que me acerco a la perfección.
-Error... Todas las cualidades que posees y crees especiales yo también las poseo, y en su adecuada medida.

Kroenen, descruzando sus piernas y brazos se levanta y voltea. Su inexpresivo rostro de calmados rasgos no permiten que un sólo amago de emoción aflore, si es que realmente puede sentir algo.

-Tú... Eres lo contrario a mí.
-Y es por eso que me alzaré donde tú caíste.
-Aún tienes que acabar conmigo. Este es mi mundo, aquí no puedes alcanzarme.

Kroenen extiende sus alas, mas antes incluso de que la orden de activación llegue a ellas a través de sus nervios, Payne extiende sus brazos y estas estallan, dejando una onírica imagen de plumas negras flotando entre el agua de lluvia.

-Una vez más, error. No eres tan perfecto como crees.
-¿¡Cómo!? Se supone que no puedes...- Kroenen articula palabras con dificultad, apoyado sobre sus rodillas y manos se retuerce dolorido, mientras dos brotes de sangre oscura van cubriendo su desnuda espalda.

Payne avanza unos pasos, sus botas golpean los charcos y salpican con un sonido contundente y húmedo.

-¿Y desde cuando supones? Te lo he dicho, te has vuelto débil. Y ahora que algo escapa a tu entendimiento... ¿Te entrará el pánico?
-Aquí yo... yo tengo el control. Este es mi mundo... y aquí estoy por encima de ti.
-ESE es el problema. Tu obsesión con tu mundo, que no es mas que una obsesión por ti mismo. Ambos somos dos mentes compartiendo un cuerpo. No has sabido ver que esto a lo que llamas tu mundo es el mismo que el mío, que ambos componen nuestra realidad. En la que yo he ido creciendo y haciéndome cada vez más fuerte.
-Entiendo, y entiendo también que no me matarás.
-No, no lo haré. Quedarás preso aquí, que es donde ya pasabas casi todo tu tiempo. Te has cerrado al verdadero mundo, tu patética visión de las cosas, tan negativa, no nos ha reportado ningún beneficio, no nos ha acercado a la felicidad o a la verdadera idea de perfección. Así que te quedarás aquí, haciendo lo que has hecho hasta ahora. Y algún día, cuando todo salga mal y yo no pueda manejar la cadena de acontecimientos, saldrás. Porque será entonces cuando necesitemos tu nihilista visión de la realidad al margen de todo sentimiento que pueda dañarnos o cegarnos. Y una vez nos hallamos recuperado, tú volverás a donde te corresponde, y así habremos hallado la manera perfecta de complementarnos. Porque hay otro mundo ahí fuera, y tu solo nos conducirías a la autodestrucción. Así que asúmelo, haz que todo sea fácil. Es una propuesta racional en la que todos ganamos. Te librarás de todos esos agentes externos que solo existen para causar sufrimiento. Sabes que no me equivoco.

Payne sonríe y extiende una mano hacia Kroenen, quien la mira.

-Sí, es racional... pero no puedes saber si me haré de nuevo con el control.
-Vas aceptar el trato, confío en ello. Sabes que puedo encontrarte y volver a vencerte...

Mientras Payne sigue con la mano extendida, Kroenen estira la suya y la estrecha. Payne lo ayuda levantarse. Una vez cara a cara le sonríe, y en un instante el cuerpo de Kroenen se volatiliza, dejando solo una mancha negra en el suelo.

-No podía saberlo, por eso tenía que asegurarme.

Camina hacia donde unos minutos antes Kroenen estaba sentado. Payne contempla la hermosura de una ciudad ahora huérfana. Un paso más y se arroja al vacío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario