domingo, 8 de febrero de 2009

Música

Música, porque a veces bastan unas notas, otras, unas letras para reconfortar el espíritu y desterrar las dudas de tu interior.

La música es el alimento del alma, y uno de los mayores placeres. Una buena canción es un gran antidepresivo, un estimulante, o una fuente de paz y calma. Las preferencias musicales, los gustos de una persona, dicen mucho de ella. Decir que uno es cerrado y poco tolerante con el resto de estilos es ridículo. Igual que con los géneros de cine, te gusta el que te gusta, y alguna que otra película de otro estilo, pero no por ello eres “cerrado o poco tolerante con el cine”.

Muchas canciones son una demostración de la técnica de sus autores, otras contienen mensajes cargados de sabiduría, y otras (las que más) albergan sentimientos y emociones; y si encuentras la que expresa lo que sientes, la que dice las palabras que eras incapaz de encontrar, quedarás prendado de ella.

Para mí, esas palabras fueron los siguientes versos:

“Nudos en mi vientre helado
cielo gris sobre el tejado,
doy mi vida por un beso,
que me aclare lo que siento”

 

La indecisión hoy se sienta ante mí
duda que me cuestiona
el camino a seguir... ¡cuál!¡cuál!¡cuál!

Siempre soñé con un rostro feliz
y ahora que al fin lo he hallado
no sé qué elegir.

Nudos en mi vientre helado
cielo gris sobre el tejado
doy mi vida por un beso
que me aclare lo que siento
¡cuál!¡cuál!¡cuál!¡cuál!

¡Sufrimiento!¡deja de interrogar!
¡deja mi alma!¡yo aún puedo volar!
¡sentimientos!¡que quiero controlar!
¡he de estar solo!¡para poder acompañar!

Nudos en mi vientre helado
cielo gris sobre el tejado
doy mi vida por un beso
que me aclare lo que siento

nudos en mi vientre helado
cielo gris sobre el tejado
doy mi vida por un beso
que me aclare lo que siento
¡lo que siento!