Noche azul,
Luna de sangre.
Un lobo argénteo
aúlla solitario.
Doloroso réquiem
por todo lo perdido,
por todo lo nunca,
nunca será recuperado.
No llorará, se dice.
Los lobos no lloran.
Pero él no es solo un lobo,
es más que un animal.
Llueve, llueve y llueve.
Y las lágrimas de sus ojos
resbalan y caen
y encharcan la tierra.
En el charco se refleja.
Y al otro lado del espejo,
un León.
Se miran, se aman, se odian.
Y los excesos de uno,
son las carencias del otro.
Almas imperfectas.
Espíritus entrelazados.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe gusta tu estilo, Lion, todas tus obras son geniales. Me pasaré por aqui de vez en cuando.
ResponderEliminarSoy Jane, buen poema Lion ^^
ResponderEliminarTodos los que has escrito molan pero este me encanta, y la explicación que me has dado sobre "la inspiración"... he flipado xDD
Enserio sigue así.
Saludos